?Que empresa queremos ser?

Esta foto la saqué anoche. Pocas cosas disfruto tanto como alejarme de Buenos Aires y mirar las estrellas, lejos de las luces que, irónicamente, nos privan de este espectáculo. Es en esos momentos cuando puedo reflexionar con mayor claridad sobre lo que a menudo me pierdo en el ritmo acelerado de la ciudad. Me pregunto: ?Hacia dónde quiero ir en este tiempo y espacio que me toca vivir? ?Qué rol quiero jugar y qué huella quiero dejar?

En las empresas, el ajetreo diario también nos priva de ver algo esencial: definir con precisión aquello por lo que queremos ser reconocidos. ?Cómo queremos trascender? ?Cuál es ese valor único que nos distingue de otras empresas, incluso de aquellas que ofrecen servicios similares?

Esta es una pregunta que siempre me intriga cuando visito empresas. Casi siempre encuentro espacio para trabajar en una definición más clara de su propuesta de valor. Los socios suelen enfrentarse a dilemas estratégicos: ?ofrecemos un servicio de excelencia o uno de bajo costo? ?Nos enfocamos en ciertos nichos o buscamos ser una "tienda de todo", como Amazon?

Reflexionar sobre dónde queremos ir como empresa inevitablemente nos lleva a lo más primordial de toda organización: los equipos y las personas. ?Por qué hacemos lo que hacemos? ?Trabajamos solo por dinero o por algo más? ?Qué queremos para nuestros clientes y colaboradores?

Estoy convencido de que la clave para comprender realmente qué tipo de empresa queremos ser reside en el diálogo entre los socios. Lo más difícil es encontrar el tiempo para sentarse a conversar, aportar y, en ocasiones, confrontar visiones. Si como empresa ya somos lo que aspiramos ser, no hay mucho más que decir. Sin embargo, estoy convencido de que toda empresa debe combatir la obsolescencia de forma constante, repensando su propuesta de valor. Si lo están, a eso deben debemos sumarle un sentido de urgencia, porque sin él, la posibilidad de cambio es nula.

En una empresa, somos voluntades que unimos nuestra energía en pos de un objetivo común. Por eso, la primera pregunta sobre qué queremos ser como empresa comienza en cada uno de nosotros: ?Dónde está mi deseo y mi entusiasmo? ?Cuál es mi aporte único dentro de la empresa? ?Cómo quiero interactuar con los demás?

Una vez que reflexionamos como empresa, como equipos y como individuos, llega el momento de darle vida a esa visión y misión. Cada día, cada decisión, debemos discernir si nos acerca o nos aleja de nuestra propuesta de valor. Emprender nuevas acciones es emocionante, pero a veces el mayor reto es dejar de mover ruedas que ya no necesitamos.

Volver a la calma de una noche estrellada me recuerda que, en medio de la inmensidad, tenemos un instante para hacer algo que realmente valga la pena. Y las empresas son uno de los mejores espacios para canalizar esa energía, junto con nuestras familias y amigos.

Nuestra visión junto con mi socio Pablo Jorge P. es ayudarte a pensar y desarrollar quienes quieren ser como empresa, entre otros temas.