How i built the dream of working at FC Barcelona (en/es)

Through this article, I want to share a bit of my story, blending both Horacio the person and Horacio the professional. If you’re just starting out in the world of high performance or want to enter it, this might help you feel more at ease. And if you’re already an experienced strength and conditioning coach, you’ll likely relate to some of the experiences I share here.

It all starts with Curiosity

If there’s one essential trait in any professional (in my opinion), it’s not settling for what you’re told or what you see at first glance. The ability to "double-click" on every topic that catches your attention is one of the best ways to learn.

When I started studying Physical Education in my hometown (Tandil, Argentina), my mind opened up to countless new possibilities. That curiosity led me to spend long hours in the library with old physiology textbooks, but at the same time, I had the chance to apply what I was learning. From a very young age, I worked with teams at my club, coaching 7- and 8-year-olds in the rugby academy. That was my first real experience putting theory into practice.

Trial and Error

There’s a saying: "In theory, everything is practice." Over the years, I gained experience leading groups, training individuals and teams, but my curiosity never faded. That’s why, after finishing my studies, I decided to move to Buenos Aires to specialize in exercise physiology.

?? My biggest mistake at that time? Copying what I read and trying to apply it directly in the field. Does that sound familiar? It’s a phase we all go through, and it’s part of the learning process. Knowing the theory isn’t enough—you need to understand how to adapt it to reality.

Sometimes It's You, Sometimes It's the Context

After four years in Buenos Aires, I had a solid job as a sports director at a club academy, started working in high-performance sports, and everything seemed stable. But I wasn’t fully satisfied.

I knew that if I stayed, my growth would be slow and limited. So, I made a tough decision: to leave everything behind and seek new opportunities abroad.

?? This was where I learned the most important lesson of my life: Never be afraid to start over.

I had already experienced it when I left my small hometown. If I did it again, I knew I’d be fine, as long as I stayed true to the principles that had always guided me: patience, discipline, learning, and, of course, curiosity.

I moved to Barcelona to pursue a master’s degree, with a clear goal: to work in high-performance sports in Europe.

The Defining Moment (And No, It Wasn’t Luck)

High performance is the result of many factors: context, personal skills, teamwork, and, of course, the athletes themselves.

I was commuting two hours a day to work at a 4th division club. One day, at the end of my first season, someone walked onto the field to drop off their son for training. It turned out they were connected to FC Barcelona. That encounter was key, and after three months of interviews, I started working at the club.

?? Was it luck? For the 18-year-old version of myself, calling it "luck" would be an oversimplification. I had traveled, studied, and worked too hard for everything to be reduced to mere chance. Opportunities come when you are prepared for them.

The Hunger Never Faded

After one season at Bar?a, my mindset remained the same: extreme curiosity and the need to keep learning.

I’ve always been passionate about strength training because I believe it’s where we can make the biggest impact on our athletes. So, while working at the club, I traveled to Madrid by bus and train for an entire year to complete my second master’s degree.

?? Was it worth it? Absolutely. I followed what I felt, I had a plan, and I executed it.

Final Reflection

If you’re just starting in the world of strength and conditioning, understand that this isn’t a race—it’s a journey. You need to take it at your own pace, observe, learn from your surroundings, take breaks when needed, and connect with the right people.

At some point, you’ll feel like you’re being underpaid, or that your boss is an idiot. When that happens, focus on becoming so good that the club either pushes you upward… or you realize that you need to move on to find growth elsewhere.

And lastly, I want to say something important: a great strength coach isn’t defined only by their technical knowledge but by their human skills. Knowing the latest research or citing papers won’t make you better than others if you don’t know how to communicate, lead, and connect with your athletes.

?? Because at the end of the day, your best credentials aren’t your degrees—they are the players you’ve trained.

Cómo construí el sue?o de trabajar en el FC Barcelona

A través de este artículo quiero compartir un poco de mi historia, mezclando al Horacio persona con el Horacio profesional. Si estás iniciándote en el mundo del alto rendimiento o quieres hacerlo, puede que te ayude y te haga sentir más tranquilo. Y si ya eres preparador físico con trayectoria, seguro te identificarás con algunas de las experiencias que cuento aquí.

Todo empieza con curiosidad

Si hay una característica clave en cualquier profesional (en mi opinión) es no conformarse con lo que le dicen ni con lo que ve a simple vista. La habilidad de hacer "doble click" en cada tema que nos interesa es una de las mejores formas de aprender.

Cuando empecé a estudiar Educación Física en mi ciudad (Tandil, Argentina), se abrieron muchas ventanas en mi cabeza. Esa curiosidad me hacía quedarme largas horas con viejos tomos de fisiología en la biblioteca, pero al mismo tiempo tenía la oportunidad de aplicar lo que aprendía. Desde muy joven trabajé con equipos en mi club, entrenando a ni?os de 7 y 8 a?os en la escuela de rugby. Fue mi primer acercamiento a la práctica real.

Ensayo y error

Hay una frase que dice: "En teoría, todo es práctica". Con los a?os fui ganando experiencia en el manejo de grupos, entrenando personas y equipos, pero mi curiosidad seguía intacta. Por eso, al terminar mis estudios, decidí mudarme a Buenos Aires para especializarme en fisiología del ejercicio.

?? ?Mi principal error en esa época? Copiar lo que leía y tratar de aplicarlo directamente en el campo. ?Te suena conocido? Es una etapa que todos atravesamos y es parte del aprendizaje. No basta con conocer la teoría; hay que entender cómo adaptarla a la realidad.

A veces somos nosotros, otras veces el contexto

Después de cuatro a?os en Buenos Aires, tenía un buen puesto como director deportivo en la academia de un club, había empezado a trabajar en el alto rendimiento y todo parecía estar en orden. Pero no me sentía completamente satisfecho.

Sabía que, si me quedaba, mi crecimiento iba a ser lento y tardío. Así que tomé una decisión difícil: dejarlo todo y buscar nuevos rumbos.

?? Aquí aprendí la lección más importante de mi vida: Nunca tener miedo a volver a empezar.

Ya lo había vivido al salir de mi ciudad natal. Si lo hacía de nuevo, todo estaría bien, siempre y cuando siguiera los principios que me habían guiado hasta ese momento: paciencia, disciplina, estudio y curiosidad.

Me mudé a Barcelona para hacer un máster, con un objetivo claro: trabajar en el alto rendimiento en Europa.

El momento clave (y no, no fue suerte)

El alto rendimiento es la consecuencia de muchos factores: contexto, habilidades personales, equipo de trabajo y, por supuesto, los atletas.

Viajaba dos horas al día para trabajar en un club de 4a división. Un día, al terminar la primera temporada, una persona entró al campo para llevar a su hijo a entrenar. Resultó estar ligada al FC Barcelona. Ese contacto fue clave, y después de tres meses de entrevistas, comencé a trabajar en el club.

?? ?Fue suerte? Sería reduccionista para el Horacio de 18 a?os pensar que fue solo eso. Había viajado, estudiado y trabajado demasiado como para decir que todo se debió al azar. Las oportunidades aparecen cuando te encuentran preparado.

El hambre no se fue

Después de una temporada en el Bar?a, mi cabeza siguió funcionando igual: curiosidad extrema y necesidad de aprender más.

Siempre tuve claro que la fuerza es mi área favorita, porque siento que es donde más impacto podemos generar en nuestros atletas. Así que, mientras trabajaba en el club, viajé durante un a?o a Madrid por las noches en bus y tren para hacer mi segundo máster.

?? ?Valió la pena? Por supuesto. Seguí lo que sentía, tuve un plan y lo ejecuté.

Reflexión final

Si estás empezando en el mundo de la preparación física, entiende que esto no es una carrera, es un camino. Hay que recorrerlo con paciencia, aprendiendo del entorno, frenando a descansar cuando sea necesario y conectando con las personas adecuadas.

En algunos momentos vas a sentir que te pagan poco o que tu jefe es un idiota. Cuando eso pase, enfócate en ser lo suficientemente bueno para que el club te impulse hacia arriba… o para que tú mismo te des cuenta de que ahí no es, y busques tu crecimiento en otro lugar.

Y por último, quiero decirte algo importante: un buen preparador físico no se define solo por su conocimiento técnico, sino por sus habilidades humanas. No importa cuánto sepas sobre fisiología o qué tan bien cites papers si no sabes comunicar, liderar y conectar con los atletas.

?? Porque al final del día, tus mejores credenciales no son tus títulos, son los jugadores que entrenaste.