HACIA LA RESILIENCIA 2As
Alvaro Reynoso
Director PCAinnovation - Presidente GT TC279 ISO 56000 - Chairman Advisory Group (CAG) ISO56000 - Director IMSP Global - Premio Nacional a la Innovación 2020 - Director del InnovaHub de la Agroindustria Azucarera
INTRODUCCIóN:
Porque las instituciones y empresas deben ir “más allá de la resiliencia”. La definición tradición al de resiliencia es: “la capacidad de absorber los choques y recuperarse a su estado anterior rápidamente”, cuando las cosas no salen como esperamos o cuando enfrentamos una “interrupción”.
Dado los cambios veloces de condiciones del contexto y la creciente cantidad de interrupciones y desastres, muchas de ellas derivadas del cambio climático extremo y de desequilibrio de los ecosistemas que estamos enfrentando, tales como: pandemias, tornados, inundaciones, deslaves, tsunamis, sequias, entre muchas otras interrupciones más; es demasiado caro el seguir con una estrategia de resiliencia.
Por ejemplo, cuantas muertes, empleos perdidos y empresas cerrados, problemas con la distribución de alimentos y las cadenas de suministros globales, perdidas considerables en la bolsa y en el crecimiento económico mundial fueron ocasionados por la pandemia del covid-19 seguramente muchos billones de dólares y miles de vidas perdidas.
Por otro lado, la anticipación (transiliencia) se define cómo: “no se trata de absorber los choques, sino de anticiparlos, de manera de prepararse antes, para que se minimice su impacto o se evite por completo”.
Si analizamos la brecha entre ser anticipatorio o resiliente en el manejo de las catástrofes que enfrentamos hoy en día a nivel mundial, deberíamos comprender su impacto económico. En este sentido, de acuerdo con “the international disaster database” (https://www.emdat.be/ ) el impacto de las pérdidas económicas en los últimos cinco a?os (2019-2023) ocasionados por los desastres:
Sin embargo, el impacto de las interrupciones puede reducirse significativamente, antes de que llegue el impredecible día del ajuste de cuentas (el día de la interrupción), como, por ejemplo, cuando un río se desborda o un huracán gira tierra adentro, las consecuencias no tienen por qué ser desastrosas, si las comunidades afectadas han actuado con anticipación para mejorar su capacidad para absorber su impacto. Entonces: “no se trata de si va a ocurrir o no una interrupción, más bien se trata de anticipar el cuándo podría ocurrir, para tener la capacidad de crear estrategias de mitigación que reduzcan o eliminen su impacto”.
ENTENDIENDO LAS INTERRUPCIONES:
Para comprender las interrupciones y desastres, estas tienden a caer en una de las siguientes cuatro categorías (ARPO): Atípicos, Repentinos, Progresivos y Ocultos; dependiendo de la existencia de datos y experiencia previas del fenómeno y la proximidad o influencia que la organización tiene sobre él fenómeno.
En este sentido, las interrupciones Atípicas son las menos reconocidas.?Las crisis extra?as o Atípicas pueden ir desde un avión que se estrella contra un edificio, una intoxicación alimentaria de colaboradores, hasta una innovación disruptiva que reinventa la industria (Ejemplo: Netflix, Airbnb, Amazon, etc.).?Estos a veces se denominan?eventos de "Cisne Negro“ o innovaciones disruptivas, una frase acu?ada por Nassim Nicholas Taleb. Los eventos Atípicos, son fenómenos caracterizados por: poca o ninguna existencia de datos y/o experiencias previas, además de tenerse poca proximidad o influencia de la organización en éstos.
Por otro lado, las interrupciones Repentinas, ocurren sin previo aviso y, a menudo, están fuera del control de la organización.?Estos pueden incluir (pero no se limitan) a interrupciones tales como: huracanes, terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas, tifones entre otros. Las interrupciones Repentinas, son fenómenos caracterizados por: existencia de datos y/o experiencias previas, pero con poca proximidad o influencia de la organización en éstos.
Además, las interrupciones Progresivas, están presentes o se sospecha, pero aún no han sido tomadas en serio ni abordadas por la gerencia.?Estos pueden incluir cambios regulatorios, problemas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) pueden presentar una variedad de crisis progresivas, desde incidentes ambientales da?inos (por ejemplo, derrames de petróleo) y eventos de salud global, privacidad de datos, denuncias, entre otros.?De hecho, estas interrupciones pueden parecer infinitas, pero pueden ser aún más desafiantes cuando la crisis se une con la "percepción" de los grupos de partes interés o impactar en la opinión pública.?Las interrupciones Progresivas, son fenómenos caracterizados por: existencia de datos y/o experiencias previas, pero con poca proximidad o influencia de la organización en éstos.
Finalmente, las interrupciones Ocultas, son aquellas que acechan dentro de una organización, pero aún no se han detectado. Por ejemplo, en un caso reciente,?la brecha de ciberseguridad de una importante empresa de software de EE. UU. pasó desapercibida durante más de un a?o.?Además del impacto para la empresa, el ciberataque afectó a decenas de miles de sus clientes cuando, sin saberlo, la empresa lanzó una actualización que incluía el código malicioso. Las interrupciones Ocultas, son fenómenos caracterizados por: poca existencia de datos y/o experiencias previas, pero con una alta proximidad o influencia de la organización en éstos.
En resumen, las interrupciones ARPO se pueden clasificar de acuerdo con (Ver Figura # 1: Interrupciones ARPO):
NIVELES DE MADUREZ DEL SISTEMA DE ANTI-FRAGILIDAD
Como mencionamos con anterioridad dado los profundos cambios de contexto y la crisis climática, las interrupciones son cada día más y con mayor impacto para las organizaciones y para las comunidades.
La calidad de la respuesta a estas interrupciones y crisis depende del nivel de madurez de la gestión de dichos eventos. De acuerdo con el ebook titulado “Antifragilidad y Sistemas de Gestión de la Innovación”, escrito por Oliviero Casale, Rick Fernandez, Alvaro Reynoso, Paola Rinaldi, Marco Cibien y Pier Cassone, y publicado en Amazon.com :
En su ebook los autores indican que existen cuatro niveles de madurez (Ver Figura # 2: Los cuatro niveles de madurez de la anti-fragilidad):
El primer nivel de madurez de respuesta a las interrupciones ARPO, es el nivel Reactivo (apaga fuegos) donde para cada crisis que enfrenta la organización, esta tiene que volver a iniciar su operación, puesto que no están preparadas para enfrentar el shock de la crisis, saltando de crisis en crisis y de impacto en impacto, sin estar preparado para absorber el Choque y recuperarse rápidamente. El segundo nivel es la Resiliencia, en donde los planes de contingencia permiten absorber el shock de la crisis y recuperarse rápidamente a las interrupciones ARPO, identificación y ejecutando para ello planes de mitigación y continuidad operacional.
El tercer nivel son los métodos de Anticipación, los cuales buscan predecir las interrupciones ARPO y las crisis, de manera de mitigar por anticipado el impacto potencial de estas interrupciones, hasta eliminar parcialmente o por completo dicho impacto. Un modelo proactivo de resolver las crisis. El cuarto y último nivel, es el nivel de Antifragilidad, donde el impacto de las crisis y las interrupciones se utilizan para aprender ante la adversidad y mejorar y fortalecer sus sistemas de gestión y respuesta a dichas crisis, prosperando ante la adversidad. NASSIM TALEB autor del libro “Antifragile: Things That Gain from Disorder”, indica que “La antifragilidad está más allá de la resiliencia o la robustez. el resiliente resiste los choques y permanece igual. El antifrágil aprende y mejora”.
MáS ALLá DE LA RESILIENCIA – HACIA LA RESILIENCIA 2As
Si nos queremos mover más allá de la resiliencia, nos tenemos que concentrar en ser anticipatorios y antifrágiles, es decir alcanzar un nivel de madurez de “Resiliencia 2As” o una “Resiliencia Antifrágil y Anticipatoria”.
Por tal razón, propongo redefinir el concepto de Resiliencia, basados en los hallazgos del ebook sobre “Antifragilidad y Sistemas de Gestión de la Innovación”, escrito por: Oliviero Casale, Rick Fernandez, Alvaro Reynoso, Paola Rinaldi, Marco Cibien y Pier Cassone; redescribiendo entonces el concepto de Resiliencia, como una “Resiliencia 2As“, es decir: “La capacidad de anticipar las Interrupciones, para absorber los choques y recuperarse a su estado anterior rápidamente, reduciendo o eliminando su impacto y aprendiendo y mejorando nuestra capacidad de gestión y respuesta ante dichas interrupciones, de manera de prosperar en medio de la adversidad”.
Sin embargo, nuestras investigaciones en este sentido, es que a nivel de Latinoamérica aún nos queda un largo camino por recorrer, principalmente en lo que se refiere a la agroindustria, estamos muy lejos de alcanzar este nivel “Resiliencia 2As”. Por ejemplo, en una reciente investigación, en la cual entrevistamos a una muestra de alrededor de 50 ejecutivos de ingenios azucareros de Guatemala, del área agrícola y de sostenibilidad de todos los ingenios y de diferentes áreas de la gremial de azucareros, podemos concluir que:
IMPULSORES DE LA RESILIENCIA A2
Los niveles de madurez de la gestión de las interrupciones y las crisis son impulsados por dos variables fundamentales:
CONCLUSIONES
Cómo se analizó en este artículo, el costo del impacto de ser resiliente es altísimo en términos económicos, de vidas humanas y de sostenibilidad ambiental y social, las organizaciones y comunidades están a expensas del cambio climático y de las crisis que ven en aumento y que la pregunta no es si van a experimentar crisis, sino cuando la van a experimentar. Además, exploramos los cuatro niveles de madurez de la gestión de la anti-fragilidad ante interrupciones y crisis (reactivo, resiliente, anticipatorio y antifragilidad) los cuales son impulsados por el manejo de los activos de información digital y la gestión de la innovación ambidiestra (balancear la optimización, con la transformación disruptiva).?
Para elevar el nivel de madurez de la respuesta a las interrupciones y crisis es importante movernos de la “Resiliencia clásica”, hacia una “Resiliencia 2As” (Anticipatoria y Anti-frágil). Gracias a la convergencia tecnológica más los algoritmos de predicción más la inteligencia artificial, en el futuro la anticipación será el modelo de gestión y mitigación de crisis, ?haciendo un mundo mejor e impactando en el bien común, para ello tenemos que aprender a “NAVEGAR EN EL FUTURO A TRAVéS DEL PODER DE LA ANTICIPACIóN Y LA ANTI-FRAGILIDAD”.
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SOBRE EL AUTOR - áLVARO REYNOSO: