BELGIUM, YOU HAVE BEEN GOOD (BUT NEVER A HOME) TO ME !!! BéLGICA, ?HAS SIDO BUENO (PERO NUNCA UN HOGAR) PARA Mí!
Nicolas (Nigoghos) SEFERIAN
Multilingual Cross-Cultural Multidisciplinary Business Performance Improvement Consultant & Crisis Manager / Auditor / Businessman / Translator / Lecturer / Youth Mentor & Empowerer / Hyperpolyglot / Humanitarian / AGA
1965, we (mother, father and myself) settled in Antwerp (Antwerpen, Anvers, Amberes), a Flemish speaking city of the multilingual country of Belgium.
I was 17 years old at that time and needed to pick-up my studies where I left them after having left Lebanon.
Integration in Antwerp wasn’t exactly easy for a foreigner not speaking Flemish (but understanding it fairly thanks to my German language knowledge), French wasn’t exactly appreciated but accepted as being a foreigner.
Back to college for one year without speaking Flemish and attending twice a week a Flemish language evening course was the obviously to be followed option & way.
After finding an over day school having a 2 years private M.B.A. program (at least what it was at that time), learning typewriting & stenography (who still remembers what that was?) I launched myself on the market of employment (but in order to obtain a job one needed to have a working permit and for that one needed to have a potential employer, which I found pretty soon among my school friends parents).
Different attempts of integration obstacles taking were achieved (many friends, girlfriends and colleagues were made) I finally received my Belgian nationality at the age of 27 (filed only for it for at the age of 25 and avoiding the risk of potential military services), in the meantime being married and father of 2 sons.
My both parents passed away in this foreign country, the destiny of all immigrants.
Belgium has provided me with many opportunities which I grabbed and used wisely with determination and pride.
Most probably the constant remembering of “not being one of them” made me strong, decisive & determined, and consequently taking (away) the jobs reserved for Belgians because I was better than them crowned my entire and rich professional career.
Having a home without being at home wasn’t enough for me, and still isn’t for so many others not having been and still aren’t better off than I was.
Recently during the bringing out of my election’s vote at the Belgian embassy in Buenos Aires – Asrgentina, the consul general had to remind me of my being “different” by pronouncing the always to be remembered phrase:
“A Belgian with such a name? I will have to look into this!”
Thank you for that, being Belgium’s representative in the country where I reside actually, you really made me feel inferior AGAIN that day, and this even after having lived for 44 years in that country, I don’t really think having deserved that.
Conclusion:
I still carry the Belgian nationality proudly because Belgium has been good to me, but never a real home.
No, it isn’t frustration that chases me, deception is the correct and appropriated word!!!
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BéLGICA, ?HAS SIDO BUENO (PERO NUNCA UN HOGAR) PARA Mí!
En 1965, nosotros (madre, padre y yo) nos establecimos en Amberes (Antwerpen, Anvers, Amberes), una ciudad de habla flamenca en el país multilingüe de Bélgica.
En ese momento tenía 17 a?os y necesitaba retomar mis estudios donde los dejé después de haber dejado el Líbano.
La integración en Amberes no fue exactamente fácil para un extranjero que no hablaba flamenco (pero entendiéndolo bastante gracias a mi conocimiento del idioma alemán), el francés no fue apreciado exactamente, pero fue aceptado como extranjero.
Volver al colegio por un a?o sin hablar flamenco y asistir dos veces por semana a un curso vespertino de lengua flamenca fue la opción y el camino que obviamente se debe seguir.
Después de encontrar una escuela durante el día con un programa de MBA privado de 2 a?os (al menos lo que era en ese momento), aprendí a escribir a máquina y a la estenografía (?quién todavía recuerda qué era eso?)
Me lancé al mercado de empleo (pero con el fin de obtuve un trabajo, uno necesitaba tener un permiso de trabajo y otro, un empleador potencial, que encontré muy pronto entre los padres de mis amigos de la escuela).
Se lograron diferentes intentos de integración obstaculizando la toma (se hicieron muchos amigos, novias y colegas) finalmente recibí mi nacionalidad belga a la edad de 27 a?os (aplicada solo por ella a la edad de 25 a?os y evitando el riesgo de posibles servicios militares), mientras tanto estaba casado y padre de 2 hijos.
Mis padres fallecieron en este país extranjero, el destino de todos los inmigrantes.
Bélgica me ha brindado muchas oportunidades que aproveché sabiamente con determinación y orgullo.
Lo más probable es que el recuerdo constante de "no ser uno de ellos" me hizo fuerte, decisivo y decidido, y, en consecuencia, quitó los empleos reservados para los belgas porque era mejor que ellos que coroné mi carrera profesional completa y rica.
Tener un hogar sin sentirse en casa no era suficiente para mí, y todavía no lo es para muchas otras personas que no han estado y todavía no están mejor que yo.
Recientemente, durante la presentación de mi voto electoral en la embajada belga en Buenos Aires - Asrgentina, el cónsul general tuvo que recordarme que yo era "diferente" al pronunciar la frase que siempre voy a recordar:
“?Un belga con tal nombre? ?Tendré que investigar esto!”
Gracias por ser el representante de Bélgica en el país en el que resido, realmente ese día me hiciste sentir inferior DE NUEVO, y esto incluso después de haber vivido durante 44 a?os en ese país, realmente no creo haber merecido eso.
Conclusión:
Sigo con orgullo tener la nacionalidad belga porque Bélgica ha sido buena conmigo, pero nunca ha sido un verdadero hogar.
No, no es la frustración lo que me persigue, el enga?o es la palabra correcta y apropiada.