Here's how you can use logical reasoning to spot and fix writing weaknesses.

Antes que nada, es importante adquirir un buen dominio de la lógica y la argumentación. Particularmente en ciencias sociales y en el gobierno, es importante estar familiarizado con los argumentos de la lógica aristotélica, la lógica matemática, los argumentos cuasilógicos y argumentos por el ejemplo, que constituyen la mayor parte de los argumentos que empleamos y que se nutren de varias tradiciones filosóficas, desde la Grecia Antigua hasta la Europa contemporánea. Del mismo modo, es importante conocer las falacias, de suerte que podamos identificarlas tanto en el discurso del otro como en el propio.

El conocimiento de los diferentes sistemas de argumentación y/o lógica es el fundamento para construir una argumentación sólida. Saber lógica no nos va a convertir directamente en grandes argumentadores, pero evita que nos perdamos por el camino. Es importante verificar que las premisas que estamos exponiendo tengan respaldo en datos concretos o experiencias particulares. Otro punto crítico es que dichas premisas se conecten de manera adecuada para sostener la posición que queremos transmitir. Una serie de buenas premisas desconectadas no es un texto, sino una serie de cosas desconectadas. Verificar que la relación entre unas y otras sea clara es un paso fundamental para escribir textos que logren los objetivos que nos proponemos.

Fortalecer los argumentos propios, especialmente cuando se trata de un debate, comienza por fortalecer los argumentos contrarios. Incluso aunque se trate de un análisis sobre un hecho respaldado por los datos, es importante considerar la posición contraria y buscar los argumentos plausibles que puedan salir de ella, para después dedicarnos a refutarlos sistemáticamente con los nuestros. Dicho de otro modo, tenemos que construir la posición contraria a la que queremos argumentar para poder destruirla implacablemente. Dicho esto, es importante recordar que se trata de atacar los argumentos, no a quien los formula, ya que esta es una falacia (ad hominem).

La estructura es posiblemente lo más importante de un texto. Antes de comenzar a escribir un texto es importante decidir qué estructura vamos a darle, es decir, de qué manera vamos a transmitir la información y cómo ese arreglo particular de la información va a permitir la construcción de un texto fluido y sostenido por datos que apoyen nuestras ideas. La estructura varía según el tipo de texto y, aún más importante, de público o plataforma. Definitivamente no es lo mismo escribir para un profesor universitario que para LinkedIn, Quora, Medium o Substack. Cada espacio tiene sus especificidades, que conviene conocer para adaptar la estructura de acuerdo con ellas.

El paso más complicado y uno de los más importantes es la edición. Para hacer una buena edición es imperativo tomar distancia del texto. Es ideal dejar pasar un par de días desde que escribimos hasta que editamos o, cuando menos, un día. Esto nos permite leer nuestro escrito con ojos nuevos, como si fuéramos consumidores de su contenido y no sus autores. Esa separación emocional es fundamental para hacer las ediciones necesarias. Si cada cosa que ponemos nos parece la mejor idea que hemos tenido, no vamos a llegar muy lejos editando, porque apenas nos sentiremos inclinados a eso. La edición también nos permite afinar o corregir aquellas partes del texto que puedan ser más débiles argumentativamente.

Reflecting continuously when using logical reasoning to spot and fix writing weaknesses is essential for growth and improvement. Regular reflection helps you identify patterns in your errors and understand why certain parts of your writing aren't as strong as they could be. This ongoing process allows you to make more informed decisions about how to improve your work, leading to clearer, more compelling writing. By continuously assessing your work, you can develop a sharper eye for detail and enhance your overall writing quality, making your content more effective and engaging.