En mi experiencia cuando se presentó el cambio curricular fue muy productivo el hacer talleres y encuentros inter disciplinares. Fue una oportunidad para exponer las posibilidades y ventajas de actividades académicas más dinámicas y creativas. Igualmente, fue de gran valor conocer las experiencias de colegas que llevaban a cabo iniciativas innovadoras. El clima de intercambio fue respetuoso y fecundo. Hubo quienes mantenían posiciones rígidas. No obstante, considero que resultó positivo. Ello, se vio reflejado en la elaboración de los programas de las distintas cátedras. En mi caso, el programa que desarrollé fue el mejor valorado de mi Facultad.

Reafirmar el compromiso con la libertad de cátedra y la autonomía del estudiante como principios fundamentales. Estos no deben ser comprometidos por cambios curriculares. Establecer un foro abierto donde todos los docentes puedan expresar sus perspectivas y preocupaciones libremente, sin temor a represalias. Enfocarse en evidencia y datos objetivos sobre el impacto de los cambios propuestos en el aprendizaje y desarrollo de los estudiantes. Examinar críticamente cualquier propuesta de cambio para asegurar que no esté influenciada por agendas externas que puedan comprometer la integridad académica. Priorizar la calidad educativa y el beneficio de los estudiantes por encima de consideraciones políticas o ideológicas.

To foster productive conversations, focus on promoting civil discourse. Start by creating a respectful, open environment where faculty feel safe to express differing viewpoints. Acknowledge that disagreements are normal but should remain constructive. Encourage listening first—remind everyone that the goal is understanding, not winning. Frame the discussion around shared goals, like improving the student experience. Use guiding questions like, “How can we combine our strengths?” Keep the conversation solution-focused, ensuring the dialogue stays collaborative and moves towards consensus.

Faculty members are clashing over curriculum changes. To foster productive conversations, we should implement a team charter, a document that will outline conflict resolution techniques, problem-solving strategies, and steps to address disputes. This document will serve as a reference for managing conflicts and the process for resolving them. Active listening is also crucial in this situation, allowing us to understand both parties' perspectives and identify key areas of conflict. Discussions should be positive and innovative to bring value to all stakeholders. Additionally, designing a pilot program, collecting data, and evaluating the outcomes will help guide future decisions.